viernes, 2 de octubre de 2009

Sesión Número 6: Texto Expositivo Con Conectores.


TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD




Los trastornos de la personalidad son un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan en las dimensiones emocionales, afectivas, motivacionales incluso en la relación social de los individuos. Estos se caracterizan por patrones de percepción, reacción y relación que son por ende relativamente fijos, inflexibles y por lo tanto, socialmente desadaptativos. Cada uno por supuesto patrones característicos de percepción así como de relación con otras personas y situaciones (rasgos personales). Por ejemplo: algunas personas siempre asumen los problemas por sí mimas, es decir estas personas minimizan los problemas mientras que otros los exageran.

Las personas con trastornos de la personalidad generalmente no son concientes claramente de su comportamiento puesto que sus patrones de comportamiento son inapropiados; por el contrario, a menudo creen que sus patrones son normales y correctos. Sin embargo, con frecuencia los familiares o los asistentes sociales los envían a recibir ayuda psiquiátrica porque su comportamiento inadecuado causa dificultades a los demás. En cambio la gente con trastorno por ansiedad se causa problemas a sí mismos pero no a los otros, cuando estas personas buscan ayuda para sí mismos con motivo de las frustraciones que poseen, tienden a creer que sus problemas están causados ya sea por otras personas o por una situación particular.

Los trastornos de la personalidad se dividen en los siguientes tipos: paranoide, esquizoide, esquizotípico, histriónico, narcisista, antisocial, limite, evitador, dependiente, obsesivo-compulsivo, y pasivo-agresivo. El trastorno de identidad disociativo anteriormente llamado trastorno de la personalidad múltiple un trastorno completamente diferente.
El médico basa el diagnóstico en la expresión por el sujeto y el tipo de comportamiento según pensamientos desadaptativos. Éste comportamiento tiende a manifestarse debido a que la persona se resiste tenazmente a cambiarlos a pesar de su conducta.

Además, es posible que el médico perciba mecanismos de defensa por parte del sujeto, aunque todo el mundo utiliza inconcientemente estos mecanismos de defensa. La persona con trastorno de la personalidad jamás los usa de modo apropiado o maduro.
La mayor parte de las personas con trastornos de la personalidad no sienten la necesidad de tratamiento, ciertamente están equivocados, aunque probablemente es por esta razón que suelen acudir a la consulta acompañados de otras personas. Generalmente el paciente puede responder al apoyo que se le brinda, no obstante suelen mantenerse firmes en cuanto a los patrones de pensamiento.

Cambiar una personalidad requiere mucho tiempo. Ningún tratamiento a corto plazo puede curar con éxito un trastorno de la personalidad, sin embargo, la psicoterapia a largo plazo (terapia hablada) es una opción en la cual tan pronto como el sujeto acepta ser ayudado actúa de manera eficaz. Algunos tipos de trastornos de la personalidad como en narcisista y el obsesivo-compulsivo, pueden tratarse mejor con el psicoanálisis, en cuanto a los tipos antisocial o paranoide raramente responden a una terapia.

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